Desayuno que enamora

Me quedé impresionado con la belleza de la casa, los detalles en la decoración y el acogedor ambiente. La comodidad de la cama y el silencio del entorno hicieron que mi estancia fuera ideal. El desayuno es, sin duda, una de las mejores partes de la experiencia, con croissants recién horneados y una variedad de productos frescos que alegraron cada mañana.

Sin embargo, debo mencionar que el suelo de madera, aunque encantador, puede resultar un poco ruidoso al caminar por las habitaciones. Si buscas tranquilidad absoluta con total aislamiento, puede que esto te incomode.

un lugar ideal para paseos y descubrimientos cerca del mar

Disfruté de un entorno impresionante, con la atención excepcional de Ángeles y los deliciosos desayunos que ofrecían una variedad casera que alegraba cada mañana, además de estar a solo un paseo de atractivos como el Fuerte San Damian y la Capilla de La Atalaya, perfectos para mis exploraciones a pie.

Estuvimos en un entorno rural hermoso cerca del pequeño pueblo de Figueras. Nos encantó la atención de Ángeles, siempre preocupada por hacernos sentir cómodos. El desayuno era variado, con opciones caseras deliciosas, como los cruasanes. Perfecto para ir con los niños.

Mi mujer dice que habría sido genial tener más actividades para niños.

La limpieza y el cuidado del lugar son evidentes, con un ambiente acogedor que invita a relajarse. Destacan los desayunos, especialmente el pescado fresco local, una delicia que no esperábamos encontrar. Aunque el entorno es impresionante, el acceso a algunas áreas podría mejorarse para mayor comodidad. En general, una experiencia memorable que recomendamos para quienes busquen tranquilidad y buena comida.

Desayuno espectacular y muy cómodas las camas. La conexión wifi podía mejorar.

la habitación era grande y cómoda, con vistas encantadoras. el wifi funcionó regular.

Una experiencia fantástica en un entorno maravilloso! Así que acogedor y lleno de encanto, ¡un lugar lleno de detalles únicos y mágicos!

Mi experiencia en Casa Peleyon fue maravillosa. La casa es una joya arquitectónica, decorada con mucho cariño y cuidado. Disfruté de un desayuno excepcional, con croissants caseros y una variedad local increíble. La anfitriona, Ángeles, es cálida y atenta, haciendo que me sintiera como en casa. El entorno es tranquilo, ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

El suelo de madera puede crujir un poco.

La atención fue increíble, el desayuno ofrecía una variedad deliciosa y fresca, incluidos productos de alta calidad. La anfitriona nos hizo sentir como en casa con su calidez y dedicación. La ubicación, rodeada de naturaleza, invita a disfrutar de paseos tranquilos.

Podrían mejorar la insonorización en algunas habitaciones, ya que se oye un poco más de lo que desearías durante la noche.

Un desayuno casero espectacular

Mi estancia fue fantástica. La habitación era preciosa y muy cómoda, decorada con mucho gusto y atención al detalle. El desayuno fue una experiencia deliciosa, con productos caseros como la famosa tarta de maíz y una amplia variedad de opciones para elegir. La amabilidad de la propietaria hizo que me sintiera como en casa. Definitivamente, un lugar al que me encantaría volver.

La habitación era amplia y muy luminosa, lo que me encantó. La cama estaba súper cómoda, ideal para descansar. El baño también era espacioso. Todo estaba impecablemente limpio y decorado con mucho gusto. Aunque el suelo de madera hacía algunos ruidos, no fue un gran problema. En general, muy a gusto.

Una estancia increíble. el desayuno con croissants caseros y la atención de Ángeles fueron impresionantes. La decoración es rústica y acogedora, perfecta para relajarse.

Qué maravilla el zumo recién exprimido en el desayuno! Y no solo eso, los croissants de producción propia son un lujo que no te puedes perder. Además, el entorno está cuidado al detalle, con jardines que invitan a relajarte y espacios amplios y luminosos.

La casa tiene un encanto rústico, pero la insonorización podría mejorar. A veces se oye un crujido de suelo que te recuerda que no estás solo, aunque siempre llevo tapones para los oídos para disfrutar sin problemas. Aún así, mi estancia fue maravillosa y relajante.

maravilloso, maravilloso, maravilloso

Qué experiencia tan increíble! La casa tiene una decoración rústica que respeta su esencia histórica, acompañada de un toque moderno que la hace aún más acogedora. El desayuno fue algo de otro mundo, croissants caseros que se deshacen en la boca y zumo de naranja recién exprimido para comenzar el día con energía. Ángeles, la anfitriona, se preocupa por cada detalle y te hace sentir como en casa.

totalmente recomendable ❤️❤️